En mayo de 2014 compré en Valdeska,
para mí la librería con más personalidad y criterio profesional de toda
Valencia (Calle del Mar, 47) un libro altamente recomendable: “Zen en la plaza
del mercado” escrito por mi muy admirado maestro soto zen Dokushô Villalba.
En su Apéndice 1 trata de “Las necesidades humanas
según A. Maslow” y me pareció tan interesante que aquí lo comento.
Abraham Maslow
(1908-1970) fue
un psicólogo estadounidense conocido
como uno de los fundadores y principales exponentes de la Psicología Humanista y
Transpersonal, una corriente psicológica que
postula la existencia de una tendencia humana básica hacia la salud mental, la que se
manifestaría como una serie de procesos de búsqueda de autorrealización.
Abraham Maslow |
Así como se dice que Freud hace psicología de los “enfermos”
Maslow desarrolla la psicología de los “sanos” o personas autorrealizadas. De
hecho estudió personalidades modelo entre las que se encuentra Albert Einstein.
El desarrollo teórico más conocido de Maslow es la pirámide de las necesidades, modelo que plantea una jerarquía de las necesidades humanas, en la que la satisfacción de las necesidades más
básicas o subordinadas da lugar a la generación sucesiva de necesidades más
altas.
Maslow ideó una ayuda visual para explicar su teoría, que
llamó «jerarquía de necesidades», consistente en una pirámide que contiene las
necesidades humanas de todo tipo.
1. Necesidades fisiológicas.
Respirar, beber, nutrirse, eliminar deshechos, mantenimiento
de la salud y equilibrio fisiológico, descanso, sueño, evitación del dolor,
satisfacción sexual.
2. Necesidades de seguridad y protección.
Seguridad, hábitat seguro y protegido, orden y estabilidad.
3. Necesidad de amor y
pertenencia.
Necesidades psicológicas, de amistad, de pareja, de
relaciones afectivas y de vida en comunidad, pertenencia a una familia, a una
sociedad, un equipo de fútbol, a una nación, etc.
4. Necesidad de estima.
Que incluye el éxito y
el estatus, fundamentalmente en la percepción propia (autoestima),
aunque también en la percepción que los demás nos transmiten (heteroestima).
5. Necesidad de autorrealización.
Necesidad de desarrollar plenamente el propio potencial como
individuo, dando lo mejor de sí para alcanzar un estado de armonía y
entendimiento tendiendo a la Verdad, la Bondad y la Belleza, aspiraciones exclusivas
del ser humano.
Hacia
el final de su vida, Maslow incluyó un sexto grupo de necesidades que llamó de
trascendencia. En palabras de Dokushô Villalba:
6.
Necesidad de trascendencia.
Necesidad
de experimentar un estado expandido de conciencia más allá de la identificación
habitual con el yo. Necesidad de experimentar la unidad fundamental de la Vida
Universal, sentirse uno con el Todo. A estas experiencias Maslow las llamó “cumbres”
porque constituyen el destino último de la vida humana y la plena realización
de nuestra naturaleza. Maslow estudió a muchos sujetos que habían tenido esta
experiencia y llegó a la conclusión de que se trata de la misma experiencia mística
que se encuentra en el núcleo de la mayor parte de tradiciones religiosas y
espirituales.
Según
Maslow, el estado de felicidad viene dado por la adecuada satisfacción de cada una de estas necesidades.
Hasta aquí la cita de Dokushô Villalba.
Hasta aquí la cita de Dokushô Villalba.
En
el budismo zen se propone llegar a esta experiencia de trascendencia o de
trance en sentido amplio, a través de la práctica de la meditación.
Estas experiencias "cumbre" o de trance-tracendentales ya se encuentran en las culturas chamánicas por todo nuestro planeta y desde los orígenes de la humanidad.
Y
esto es lo que me hizo comprender, por ejemplo el “Cántico espiritual” de San
Juan de la Cruz, donde la “Esposa- El Alma- El yo individual” acaba en unión o
fusión “erótico-mística-trascendental” con el “Esposo-La Iglesia- El Todo”.
Porque
religión viene del latín re-ligare, volver a ligar o reunir (como el yoga o
yugo) en la experiencia "cumbre" al individuo provisional con el Todo permanente.
A
este Todo pertenece la materia de la que estamos constituidos y disfrutamos en usufructo
y habremos devuelto dentro de unas décadas, para así reciclarse.
Y
digo yo: A este Todo se le puede entender como Vida Universal, Brahman absoluto,
el Tao, etc. pero nunca como a un dios antropomorfo que ha llevado y sigue llevando,
a la humanidad a fanatismos sangrientos.
Hala.
He dicho. Voy a tomarme algo.
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