lunes, 16 de marzo de 2015

Las necesidades humanas según Maslow.

  En mayo de 2014 compré en Valdeska, para mí la librería con más personalidad y criterio profesional de toda Valencia (Calle del Mar, 47) un libro altamente recomendable: “Zen en la plaza del mercado” escrito por mi muy admirado maestro soto zen Dokushô Villalba.
En su  Apéndice 1 trata de “Las necesidades humanas según A. Maslow” y me pareció tan interesante que aquí lo comento.

  Abraham Maslow (1908-1970) fue un psicólogo estadounidense conocido como uno de los fundadores y principales exponentes de la Psicología Humanista y Transpersonal, una corriente psicológica que postula la existencia de una tendencia humana básica hacia la salud mental, la que se manifestaría como una serie de procesos de búsqueda de autorrealización.
Abraham Maslow
Así como se dice que Freud hace psicología de los “enfermos” Maslow desarrolla la psicología de los “sanos” o personas autorrealizadas. De hecho estudió personalidades modelo entre las que se encuentra Albert Einstein.


  El desarrollo teórico más conocido de Maslow es la pirámide de las necesidades, modelo que plantea una jerarquía de las necesidades humanas, en la que la satisfacción de las necesidades más básicas o subordinadas da lugar a la generación sucesiva de necesidades más altas.

Maslow ideó una ayuda visual para explicar su teoría, que llamó «jerarquía de necesidades», consistente en una pirámide que contiene las necesidades humanas de todo tipo.

1. Necesidades fisiológicas.
Respirar, beber, nutrirse, eliminar deshechos, mantenimiento de la salud y equilibrio fisiológico, descanso, sueño, evitación del dolor, satisfacción sexual.

2. Necesidades de seguridad y protección.
Seguridad, hábitat seguro y protegido, orden y estabilidad.

3. Necesidad de amor y pertenencia.
Necesidades psicológicas, de amistad, de pareja, de relaciones afectivas y de vida en comunidad, pertenencia a una familia, a una sociedad, un equipo de fútbol, a una nación, etc.

4. Necesidad de estima.
 Que incluye el éxito y el estatus, fundamentalmente en la percepción propia (autoestima), aunque también en la percepción que los demás nos transmiten (heteroestima).

5. Necesidad de autorrealización.
Necesidad de desarrollar plenamente el propio potencial como individuo, dando lo mejor de sí para alcanzar un estado de armonía y entendimiento tendiendo a la Verdad, la Bondad y la Belleza, aspiraciones exclusivas del ser humano.



 Hacia el final de su vida, Maslow incluyó un sexto grupo de necesidades que llamó de trascendencia. En palabras de Dokushô Villalba:

6. Necesidad de trascendencia.
Necesidad de experimentar un estado expandido de conciencia más allá de la identificación habitual con el yo. Necesidad de experimentar la unidad fundamental de la Vida Universal, sentirse uno con el Todo. A estas experiencias Maslow las llamó “cumbres” porque constituyen el destino último de la vida humana y la plena realización de nuestra naturaleza. Maslow estudió a muchos sujetos que habían tenido esta experiencia y llegó a la conclusión de que se trata de la misma experiencia mística que se encuentra en el núcleo de la mayor parte de tradiciones religiosas y espirituales.
Según Maslow, el estado de felicidad viene dado por la adecuada satisfacción de  cada una de estas necesidades.
  Hasta aquí la cita de Dokushô Villalba.

  En el budismo zen se propone llegar a esta experiencia de trascendencia o de trance en sentido amplio, a través de la práctica de la meditación.
  Estas experiencias "cumbre" o de trance-tracendentales ya se encuentran en las culturas chamánicas por todo nuestro planeta y desde los orígenes de la humanidad.
  Y esto es lo que me hizo comprender, por ejemplo el “Cántico espiritual” de San Juan de la Cruz, donde la “Esposa- El Alma- El yo individual” acaba en unión o fusión “erótico-mística-trascendental” con el “Esposo-La Iglesia- El Todo”.
  Porque religión viene del latín re-ligare, volver a ligar o reunir (como el yoga o yugo) en la experiencia "cumbre" al individuo provisional con el Todo permanente.
  A este Todo pertenece la materia de la que estamos constituidos y disfrutamos en usufructo y habremos devuelto dentro de unas décadas, para así reciclarse.
  Y digo yo: A este Todo se le puede entender como Vida Universal, Brahman absoluto, el Tao, etc. pero nunca como a un dios antropomorfo que ha llevado y sigue llevando, a la humanidad a fanatismos sangrientos.
    Hala. He dicho. Voy a tomarme algo.

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